domingo, 19 de abril de 2015

Más sobre las diferencias entre Positivismo y Marxismo

En esta nueva entrada les agrego un texto que leeremos en clase, respecto de las diferencias entre ambas corrientes de ideas que dan origen al pensamiento sociológico. Vuelvo a tomar las palabras de Zigmunt Bauman.
Sugiero lo impriman o copien a continuación de lo anotado en clase sobre el tema o en hoja aparte pero luego de lo dictado sobre Positivismo y Marxismo.
Lo leeremos mañana. Si bien ya avanzamos con la segunda columna de los orígenes de la sociología (vimos revoluciones burguesas) me parece que este texto también les va a servir para entender más profundamente las diferencias entre una y otra corriente de pensamiento y los ayudará cuando tengan que prepararse para la evaluación. También , leeremos del cuadernillo, material respecto dela tercera columna de los orígenes de la sociología, aquella que trata el tema de la denominada CUESTIÓN SOCIAL.

Debajo va el texto que deben tener mañana en la carpeta para leer en clase:

Más diferencias entre POSITIVISMO y MARXISMO
La sociología que podríamos denominar “revolucionaria”, en contraposición a la “conservadora”, nace, sin dudas, del marxismo, y, aunque fue mutando a medida han pasado los años, su “esencia” (contribuir a ampliar el marco de libertad de los sujetos) permanece.
La sociología (revolucionaria) pretende ayudar a decidir de manera realista. Trata de analizar de manera crítica nuestra propia experiencia vital y no de forzar a los sujetos a seguir maneras de vivir que no han elegido, como sí pretende la positivista. El objetivo de la sociología marxista es la expansión de la elección humana, y NO es su vocación imponer determinados valores sino hacer posible la elección de un valor. Para cumplir las exigencias de esta misión, la sociología necesita hacer que las alternativas entre las cual elegir sean intelegibles, y que las responsabilidades que implica cada alternativa sean claras a los sujetos. La sociología no está en contra de un tipo de valores, sino en contra de la afirmación TINA (“THERE IS NO ALTERNATIVE”) impulsada por Margaret Thatcher, de las que los poderes establecidos usan y abusan (Bauman, 2014)                                                                                                                                                                                                                Por otro lado, la positivista, remite a un tipo de sociología  que trata de hacer que la gente haga “lo que tiene que hacer”, de manipular la “servidumbre voluntaria”, de guiar por nomas y seguir de manera rutinaria un esquema establecido.  En fin, los positivistas estaban y están obsesionados con el orden, esperando conducir a una época de estabilidad y tranquilidad, un sistema auto-equilibrado incapaz de cualquier perturbación, pero sin cuestionar la desigualdad generada por el sistema capitalista, convirtiéndolo, desde su perspectiva, en un sistema natural, único capaz de asegurar el progreso (sin decir que el mismo (el progreso), es, desde su punto de vista, para unos pocos).
La sociología paso la primera parte de su historia (Positivismo), intentando estar al servicio del proyecto moderno y de la obsesión por construir un orden. Se baso en inducir, forzar, o adoctrinar a los seres humanos a obedecer normas, en cómo hacer para que la gente haga “lo que debe o está obligada”  a hacer. Era entonces una ciencia de la NO libertad. Hoy la sociología tiene la oportunidad de ser una ciencia de la LIBERTAD, tomando como base su raíz marxista. Su labor no es otra que iluminar los caminos del conocimiento, y los medios con los que los individuos pueden contar para elegir. Se trata de desfamiliarizar lo familiar (demoliendo lo supuestamente evidente) y familiarizar lo no familiar (develando y clarificando las influencias y dependencias  a las que solemos estar atados). Más que ganar la argumentación e imponer su punto de vista, se pretende multiplicar voces, antes que reducirlas a un número. Ampliar el rango de posibles elecciones, antes que despreciar o excluir alternativas, y, por consiguiente, estimula a buscar juntos un entendimiento, en vez de aspirar a rechazar los puntos de vista alternativos. Sobre todo, pretende mantener abierto el diálogo, antes que el deseo de ponerle un fin.
Nuestros estudiantes necesitaran ser capaces de afirmarse, elegir el tipo de vida que quieren vivir y poner en práctica su decisión. La sociología puede ayudarlos a ser conscientes de lo que implica o puede implicar su decisión, y también puede ayudarlos a ampliar sus opciones, y de paso, servirá a la causa de su libertad. Se parte de la consideración de que la mayoría de las veces, los individuos caminamos en la oscuridad. En esta lógica la sociología pretendería encender la luz y ampliar el margen de acción.

Bauman, Zigmunt (2014) ¿Para qué sirve realmente un sociólogo?

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